viernes, 21 de octubre de 2016

DESDE MI INTERIOR HACIA EL EXTERIOR, CON ORGULLO. TAMBIÉN CON TRISTEZA.



Rafael Mingo

Mi andadura como Docente no fue nada fácil, especialmente los dos primeros cursos escolares. El primer curso escolar en el IES “Francisco Ribalta” en Castellón, capital de la provincia. Era el año 1969 y recuerdo que, al entrar por primera vez en un aula, me encontré con un alumnado disciplinado, aunque eso sí, con desconocimiento sobre la materia que yo les iba a impartir: Educación Física.

Comencé por “cambiarle” el nombre pues, equivocadamente y con ignorancia supina, se dirigían al profesorado de la materia como el de  “gimnasia”. Mis compañeros, cuatro profesores, permitían el tratamiento inadecuado de la misma. El camino fue complicado pero con paciencia, convencimiento y vocación por encima de todo,  se logró revertir la situación. La asignatura terminó llamándose Educación Física y siendo tan importante como el resto de las materias que integraban el currículo del Centro.

Mi segundo curso escolar fue el más complicado y frustrante de mi vida profesional como docente. Burriana, una ciudad cercana a Castellón, fue mi destino. No cito el nombre del colegio por razones…no interesan, son interminables y de todo tipo.

En este colegio, curso escolar 1970-71, comenzó mi “batalla” personal  contra el tabaco y las drogas en general. Lo hice a mi estilo, nadie se sumó al “carro”, esto último fue una constante en todos los centros en los que impartí DOCENCIA.

En el centro de Burriana tuve que luchar en múltiples direcciones, todas ellas escabrosas, solo citaré una: dinero que el centro cobraba al alumnado para material deportivo, material inexistente, una vergüenza.

Recogí recibos que demostraban lo que digo, con dichos recibos me presenté a la Dirección del centro para contarles cuál iba a ser mi actuación por lo que yo consideraba una injusticia y una corrupta actuación por su parte.

Habían pasado dos meses cuando la Dirección me llamó para decirme que habían decidido comprar material deportivo, me preguntaron si yo les podía acompañar en su furgoneta para realizar dicha compra. El centro por fin, tenía material deportivo.
 
Sin embargo, finalizado el curso, recibí una carta en la que me comunicaban mi cese en el centro. Estuve tres meses sin trabajo, los únicos meses en toda mi vida profesional que experimenté como parado.

Solo una cosa más. Un día volví para saludar a mis alumnos y despedirme de ellos, me invitaron a subir a la terraza que se extendía por todo el patio, la sorpresa fue mayúscula: gran parte del alumnado aclamando mi nombre al mismo tiempo que decían quédate. Este detalle, borró por un instante todas las penurias vividas.

En diciembre de 1971 me llegó una carta del Ministerio de Educación y Ciencia diciéndome que había “ganado” una plaza de profesor en la Universidad Laboral de Cheste. Allí me presenté a la Dirección y tomé posesión DOCENTE. Estuve hasta el año 1987. Felipe González fue el responsable de que yo y muchos de mis compañeros, tuviéramos que dejar el CENTRO, él y los suyos finiquitaron las Universidades Laborales.

Doy las gracias a la Dirección del centro de Burriana por mi cese ilegal e injusto, porque que gracias al mismo tuve la oportunidad de GANAR una plaza, por Concurso de Méritos, en el mejor centro de enseñanza de ESPAÑA y parte de EUROPA, (COUL) Centro de Orientación de Universidades Laborales, en Cheste.

Fue el único CENTRO donde no tuve que explicar el nombre de mi asignatura y decir, con todo orgullo, que ha sido en mi vida PROFESIONAL, lo mejor que me ocurrió. Adelantado en TODO al resto de los centros  españoles y parte de EUROPA como decía anteriormente. Allí dejé muchos amigos y allí disfruté con mi familia y me sentí DOCENTE de verdad.

Con mi OPOSICIÓN APROBADA y junto a mi familia, me desplacé a Vinaròs, al IES “Leopoldo Querol”, Curso Académico 1987-1988. De nuevo a comenzar con la gimnasia y mucho más: material, instalaciones y…   en el año 1990, logré una plaza para ir a Colombia al Centro Educativo y Cultural Español “Reyes Católicos”, donde estuve hasta 1996. También aquí, aunque se trataba de un centro internacional, tuve muchos frentes de continua lucha reivindicativa. Desde Colombia, de nuevo al IES “Leopoldo Querol” donde me jubilé.

Resumiendo. La constante o constantes en todos los centros, excepto la Universidad Laboral de Cheste, fueron: cambiar el nombre de la asignatura, luchar contra el tabaco y las drogas en general, presentar PROGRAMACIÓN Académica –ningún centro la tenía-, realización de competiciones deportivas internas durante los recreos, adquisición de material deportivo, mejora de las instalaciones deportivas, lograr el hábito por el ejercicio físico, incorporación de la mujer al deporte y etc. etc. 
        
Después de mi breve exposición en los CENTROS EDUCATIVOS que tuve que ejercer mi DOCENCIA, expresaré brevemente mi vocación por la ENSEÑANZA.

Educar es depositar en cada hombre toda la obra humana que le ha  antecedido, es hacer a cada hombre resumen del mundo viviente, hasta el día en que vive: es ponerlo a nivel de su tiempo, para que flote sobre él y no dejarlo debajo de él, con lo que no podrá salir a flote; es preparar al hombre para la vida. Es el pensamiento de José Martí (Político y escritor cubano). Lo comparto y he de decir modestamente, que yo mismo podría haberlo escrito pues en estas líneas queda reflejada mi actuación como profesional de la enseñanza.

Para preparar hombres para la vida contaba con la Educación Física, la herramienta más adecuada y a la que yo consideraba la fuente de salud para todos. No muchos de los docentes pensaban lo mismo.

Comencé por dar a conocer el Área de Educación Física a toda la Comunidad Educativa: padres, alumnos, profesores y directivos. Todos, o casi todos por aquellos años, desconocían los contenidos y finalidad de la materia, incluso se la confundía con la gimnasia, a veces peyorativamente. Por todo ello, mi primer objetivo fue abrir la mente de la Comunidad Educativa, para que descubrieran y conocieran la materia del Currículo Educativo. Esto se logró con el paso de los años, dedicándole muchas horas de esfuerzo, sacrificio y mucha paciencia.

Fui un defensor a ultranza de relacionar la Educación Física con una buena salud corporal y mental. A través de la Educación Física se puede lograr una vida sana ayudada por una buena y correcta alimentación y buenos hábitos.
 
Traté siempre de trasmitir que a través de la Educación Física, el alumnado podía adquirir muchos y diferentes valores: compañerismo, tolerancia, igualdad, transmisión de alegría ante cualquier acción o situación, aceptación de los demás tal como son, participar en actividades sin pensar qué dirán los demás, logro de autoestima, esfuerzo, sacrificio, superación, voluntad y tantos y tantos valores…
  
Mi querido maestro Sánchez Bañuelos dice: “En la actualidad, la educación para la salud es una cuestión de gran trascendencia sobre la que la sociedad reclama una atención prioritaria. La Educación Física se constituye en uno de los pilares fundamentales a la hora de hacer explícitas las consideraciones sobre la salud dentro del contexto educativo”.

Estoy orgulloso de haber luchado tanto para lograr que la Educación Física, hoy ocupe el lugar de HONOR e IMPORTANCIA que le corresponde, sin duda, y lo digo sin tapujos y sin soberbia, he contribuido para que así sea, al menos en todos aquellos centros en los que he impartido esta materia.

También la sociedad actual plantea la necesidad de incorporar a la cultura y a la educación aquellos conocimientos, destrezas y capacidades relacionados con el cuerpo y su actividad motriz que contribuyen al desarrollo integral de la persona y a la mejora de la calidad de vida. Esto no nace de la nada…detrás hay personas que trabajan abriendo el camino.

La evidente falta de salud en muchos de mis alumnos, estaba muy interrelacionada con el consumo de drogas. En mi Programación Académica introduje un tema llamado sustancias nocivas para la salud. Utilicé mucho tiempo y dedicación en el desarrollo de este apasionante tema.

Pronto entendí (1971) que el tabaquismo era y es el problema de salud más importante en la edad escolar, también fuera de la misma.
  
Traté que toda la comunidad escolar se implicará en mi cruzada, no hubo respuesta, aunque eso sí, se me criticó, insultó y…aquí lo dejo.

Mi fuerte componente vocacional por todo lo que hacía y hago me hace sentir útil hacia la sociedad en su conjunto pero de forma especial hacia mis alumnos.

Me centraré a continuación en el desarrollo de esta exposición, precisamente en el último centro donde impartí docencia, el IES “Leopoldo Querol”.

Llegué al mismo en el año 1987, después de haber pasado la mejor etapa de mi vida como profesional de la enseñanza. Mi primera impresión fue desoladora. Llegaba a un instituto sin instalaciones deportivas, material deportivo, programación académica, tabaco en aulas, pasillos, departamentos, reuniones, claustros, es decir, nada de nada y todo por hacer.

Desde el primer minuto, sabiendo que el tabaco era la droga que más se consumía allí por parte de alumnos y profesores, comencé a luchar e investigar. Pasé test a todos mis alumnos, igualmente lo hice al profesorado, pocos quisieron responder.

Las estadísticas eran desoladoras y preocupantes. Comencé una cruzada en solitario, nadie se sumó a este trabajo. No me desanimé, todo lo contrario, seguí luchando para que en este centro se respetase la Ley Antitabaco que en aquellos años existía. Se logró  que en los claustros de profesores no se fumara, tampoco en reuniones y en los departamentos docentes. Por supuesto, no se permitía que se fumara en las aulas ni por los pasillos. La Sala de Profesores era un lugar inhóspito donde todos los profesores compartíamos espacio, fueras o no fumador. Esto también cambió, mi lucha dio como resultado que se creara una sala para fumadores y otra para no fumadores. Todo ello sumó muchos años de lucha.

Cada día que me levantaba, mi objetivo era acabar con el tabaco y las drogas en general. Presenté varios trabajos sobre lo que hacía en el instituto para lograr dicho fin. Tres años consecutivos el instituto recibió el primer premio otorgado por la Comunidad Valenciana.

Animado por estos logros, seguí en mi empeño como “investigador” y realicé un trabajo donde se demostraba el consumo de drogas en el instituto. 

Fue presentado en el año 2003 a los Premios Nacionales de Innovación Educativa, logrando el tercer Premio (puntualizar que se concedía a título personal y no al instituto).
    
Desde la Educación Física traté de cambiar los hábitos negativos del alumnado y el profesorado, pensando que la escuela constituía y constituye el pilar básico en la sociedad para esta tipo de formación, que la materia que yo impartía era al mismo tiempo la herramienta más apropiada y eficaz para lograr los fines.

Luché para que mi trabajo fuera interdisciplinar, es decir, buscaba la colaboración de otras áreas del conocimiento. Todo fue inútil y frustrante.

Decir también que mis trabajos se presentaron al Consejo Escolar, esto lo dejo aquí… no quiero ahondar en la ignorancia y en el desprecio con el que me trataron.

Dediqué mis esfuerzos en educar a los jóvenes, también a los adultos acerca de la verdad sobre las drogas, para que todos supieran tomar decisiones sobre sus vidas y pudieran evitar las drogas a través del sentido común y el conocimiento del daño que éstas podrían causarles. Lo más IMPORTANTE: lo hice apoyándome en la EDUCACIÓN FÍSICA, asignatura vilipendiada y criticada durante mis primeros años en este instituto y finalmente respetada por todos.

Me considero defraudado por el Sistema Educativo en sí, especialmente por mis compañeros. En la lejanía de las aulas, ya jubilado, siento mucha tristeza.

Para terminar, deseo expresar lo más importante que hice en mi último centro, el IES “Leopoldo Querol”, Vinaròs. Castellón.

·        Erradicar el uso del tabo de los espacios comunes.

·        Cambiar el nombre de la asignatura: “Gimnasia” por Educación Física.

·        Programación coherente y realista a los tiempos, teniendo en cuenta: instalaciones, material deportivo, etc.

·        Implanté  exámenes escritos.

·        Implanté los test para comprobar la condición física del alumnado.

·        Adquisición de material deportivo.

·        Implanté libro de texto para la materia.

·        Inicié, junto al Dto. Del centro en aquellos tiempos D. Santiago Campo, los tramites con la Inspección para la construcción del nuevo pabellón polideportivo.

·        Organicé los recreos a través de competiciones internas para alumnos y alumnas en equipos mixtos, para así integrar e incorporar a la mujer al deporte y lograr un recreo más saludable.

·        Se mejoraron las instalaciones deportivas existentes.

·        Establecí exámenes teóricos por grupos con mis alumnos.

·        Se creó una sala para fumadores.

·        Luché por eliminar la suciedad existente en el centro provocada por el inadecuado comportamiento de la mayoría de los alumnos. Con mis propias fotos realicé una exposición, la cual fue visitada por el alumnado acompañado de sus profesores. Creo con sinceridad que fue muy pedagógico.

·        Presenté varios trabajos en el Día Mundial sin Tabaco. El Centro recibió tres primeros Premios.

·        Realicé una investigación profunda de los hábitos de consumo de Drogas por el alumnado. El trabajo lo presenté al Concurso que por aquellos años el Ministerio de Educación y Ciencia organizaba a nivel NACIONAL sobre Innovación Educativa. Presenté mi trabajo obteniendo a título personal el Tercer Premio Nacional de Innovación Educativa 2003. (0 Drogas = Salud Plena).

·        Confeccioné los baremos de calificación de la Condición Física Para todos los cursos.
   
 ¿Por qué este escrito ahora? Escribiendo mis memorias (sigo en ello), me salió de dentro sin ningún esfuerzo y sin haber sido programado; eso sí, he realizado grandes esfuerzos por simplificar y no extenderme en detalles, estos los dejo para mis memorias donde los explico con mucho detenimiento y minuciosidad.

Pronto entendí que muchos de mis compañeros eran muy reacios a poner en marcha o aceptar innovaciones para mejorar el centro en su conjunto. Era mi propósito.

Llamé a la puerta de algunos departamentos con muy poco éxito. No me abrieron la puerta, me cuestionaron y criticaron de manera encubierta unas veces, otras de manera directa, aquellas iniciativas que yo pensaba podían mejorar la marcha del instituto.
  
Por todo ello tomé la decisión de realizar mi trabajo de manera individual, en plena soledad. Ni tan siquiera los compañeros de mi Departamento apoyaban mis iniciativas en los Claustros de Profesores.

Esta manifestación que he realizado la he hecho como mensaje de ánimo y apoyo a tantos magníficos profesores que tiene nuestro sistema educativo, profesionales que día a día se esfuerzan por mejorar su entorno con sus iniciativas.

Mi crítica más directa a los gobernantes responsables del SISTEMA EDUCATIVO, empeñados en dar la espalda al mismo con sus recortes e ignorando al profesorado y al propio SISTEMA. Todo esto viene de muy lejos.

Po tanto, mi escrito no es un ataque a la profesión, a mis antiguos compañeros y a los que estáis en activo, simplemente es una reivindicación a la misma y un toque de atención a aquellos que utilizan la crítica sin criterio y conocimiento, solo por hacer daño al otro.

Agradecer a dos compañeros que “apostaron” por mí:

Santiago Campo, deseo darte las gracias porque fuiste para mí un “bastón” de apoyo muy importante cuando llegué al instituto y tú eras el Director. Me atendiste con sumo respeto y te preocupaste por cada una de mis peticiones, todas ellas, para mejor la situación de mi departamento y así, poder mejorar el funcionamiento del instituto. Nunca lo voy a olvidar, como tampoco olvidaré a Rafael Sabater, entonces Jefe de estudios y posteriormente Director. Ambos excelentes personas y dos buenos amigos y compañeros que hicisteis más fácil el desempeño de mi trabajo y mi vida aquí en Vinaròs.

Rafael, allí donde estés, mi recuerdo y agradecimiento más sincero.

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