lunes, 17 de septiembre de 2012

SIMPLEMENTE OLÍMPICOS


Rafael Mingo

Hemos vivido momentos de gloria, momentos intensos  y épicos ofrecidos por nuestros deportistas de capacidades diferentes y, añado, especiales, porque realmente son personas muy especiales. Las mayores gestas son realizadas por ellos, capaces de nadar sin brazos, sin piernas, sin ambos; de saltar sin ver el foso de saltos, de correr cuando tienen por piernas una silla de ruedas, de jugar al fútbol con los ojos tapados, correr en bici con un solo brazo y una sola pierna... etc. ¡Gracias por habernos hecho disfrutar tanto! Gracias por habernos hecho creer en el esfuerzo y el espíritu de sacrificio como base para el triunfo. Contáis con el respeto y admiración de la gran mayoría de la sociedad. Siempre habrá algún rezagado o despistado, lo sabemos.. 

El camino para llegar a unos Juegos Olímpicos es muy duro. Está lleno de sacrificios. En él, la voluntad, la ilusión, la motivación y entrega, el afán de superación; la disciplina, la perseverancia, la valentía y un espíritu indomable se ponen al servicio de la consecución de los objetivos. Entrenamientos diarios de 4 o 6 horas y más, donde técnica, táctica y preparación física y psicológica son las ramas por las que tienen que ir caminando hacía el éxito o el fracaso. Es verdad que el deporte es un referente vital para superar barreras tanto físicas como mentales. Ellos lo consiguen, pues no tienen límites: lo han demostrado en los Juegos Olímpicos de Londres. Son deportistas con “valor añadido”. 

Se ha escrito que las Olimpiadas son el mayor espectáculo del mundo, donde entran en escena las mayores figuras del deporte universal. Es el lugar idóneo para escribir sobre grandes gestas, asombrosas victorias y dolorosas derrotas. Por ejemplo consiguiendo el récord del mundo, el récord propio o tal vez, por contra, derribando una valla o no logrando la marca deseada. El mundo entero puede aclamar como héroe a Michael Phelps o a Usain Bolt y, por contra, olvidarse de nuestra gran nadadora Teresa Perales.  Tal vez desconozcan que tiene tantas medallas olímpicas como el nadador más grande de todos los tiempos: 22. ¡¡Veintidós medallas olímpicas, y sigue siendo una desconocida para lamayoría!! ¿Qué pasa si al héroe le falta una pierna o un brazo o es ciego o…? ¿dejan entonces las Olimpiadas de ser el mayor espectáculo del mundo, por tratarse de personas con cualidades distintas? SIN PALABRAS. Parece que se avanza…¡pero tan lentamente!  

Somos muchos -cada vez más, quiero creer- quienes pensamos que los valores del espíritu olímpico están incluso mejor representados en los juegos para deportistas con capacidades diferentes que en los juegos tradicionales del barón Pierre de Coubertin. Coraje, determinación, espíritu de sacrificio y exaltación de la voluntad sobre las limitaciones físicas han sido los valores, entre otros, en los que han basado su participación los deportistas de cualidades distintas…algo que ya no es tan cierto en muchos deportistas olímpicos. Los creadores del olimpismo no pretendieron crear héroes populares, ni ofrecer un espectáculo de masas: se conformaban con difundir una ética del esfuerzo, destinada a cimentar la amistad de los pueblos a través del deporte, algo muy diferente de lo que el mundo entero ha observado en algunos casos: el deportista amparado por instituciones o marcas que buscan “vender”.

Entre tanto, por el camino, han quedado ilusiones rotas, sueños y retos truncados de deportistas que día a día luchan por conquistar un espacio. El olvido de las administraciones públicas, la falta de herramientas para progresar en los entrenamientos, la falta de personal adecuado (entrenadores, especialistas, etc.), como también la falta de instalaciones  adaptadas a las necesidades de los deportistas con diferentes cualidades, hacen que, en muchos pueblos y ciudades de España, estos deportistas no puedan progresar en aquellos deportes que aman y por los que se esfuerzan.

El mundo entero tiene ante sí una profunda reflexión que realizar después de haber observado y vivido los Juegos Olímpicos para deportistas llamados Paralímpicos ¿Merecen los deportistas de cualidades diferentes la misma atención que los deportistas convencionales? Veamos en estos deportistas sus GRANDES CAPACIDADES y miremos más a la persona y no sus debilidades. Ellos han demostrado al mundo de lo que son capaces. Sus conquistas y sus logros y también sus hazañas, revelan que son luchadores hasta el infinito. Nada les frena  en el camino para conquistar sus objetivos y todo lo hacen desde el respeto y el silencio, desde la sencillez más sublime. Siempre habéis sido mis deportistas preferidos. Después de la Olimpiada de Londres sois, además, mis héroes. 

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