viernes, 21 de junio de 2013

RECIPROCO AGRADECIMIENTO



Rafael Mingo



Gracias, gracias, gracias. No tengo otra palabra para agradeceros el enorme detalle que habéis tenido conmigo. Demostráis de esta manera el cariño y amistad que guardáis hacia mí.



Tenéis unos hijos “inmensos”, tan grandes y espectaculares como el mar. Vuestros hijos me proporcionan más luz que la propia luna al anochecer, ellos, son los que me iluminan y me hacen ser como soy. Me dan alegría y felicidad. Con toda seguridad, ellos, después de mi familia, son los seres de la tierra que más quiero.



Son tenaces, inteligentes, cariñosos, combativos, voluntariosos, sacrificados…¡qué envidia tengo de ellos!, ¡cuántas cosas buenas nos enseñan a los demás!, ¡qué injusta la sociedad con ellos! Por todo ello, también a vosotros, los padres, os tengo una gran estima y cariño.



Me hacía falta este detalle, seguramente que lo sabíais. Lo que menos importa es el objeto, lo que valoro es el significado del mismo, lo que esconde vuestra actitud…mucho cariño, mucha gratitud y reconocimiento a una labor que, día a día, uno trata de realizar lo mejor que puede y sabe.



Quiero deciros, para terminar, que estuve a punto de abandonar mi labor, ya sabéis porqué. Vuestro reconocimiento a la misma, me hizo reflexionar, al mismo tiempo que mejoraba mi autoestima.



Ellos valen la pena y vosotros como padres, no tenéis porque recoger las equivocaciones de otros.



Un abrazo muy fuerte



Mingo  


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